martes, 11 de diciembre de 2007

Momo

"... Al principio apenas se nota. Un día ya no se tiene ganas de hacer nada. Nada le interesa a uno, se aburre. Y esa desgana no desaparece, sino que aumenta lentamente. Se hace peor de día en día, de semana en semana. Uno se siente cada vez más descontento, más vacío, más insatisfecho con uno mismo y con el mundo. Después desaparece incluso este sentimiento y ya no se siente nada. Uno se vuelve totalmente indiferente y gris, todo el mundo parece extraño y ya no importa nada. Ya no hay ira ni entusiasmo, uno ya no puede alegrarse ni entristecerse, se olvida de reír y llorar. Entonces se ha hecho el frío dentro de uno y ya no se puede querer a nadie...."

Michael Ende, Momo


Aún tengo los pelos como escarpias.


2 comentarios:

dijo...

No conocía este libro, parece ineteresante, no? Me gustó el fragmento ^^.

Hace tiempo que no se sabe nada de ti, estas ocupado? o es la pereza navideña? jeje..bueno, espero que te vaya bien!

Se que es tarde, pero que pases unas felices fiestas!!! (las que quedan xD) :)

Silent Pok dijo...

El libro es corto pero intenso. Puede parecer un libro para niños, pero si lo lees desde un punto de vista adulto es realmente duro. Y no ha perdido vigencia pese a estar escrito en 1973, lo cual no dice mucho a favor de la sociedad en general :(

A mi personalmente me ha calado hondo y me ha hecho reflexionar.

Desde luego no tiene nada que ver con la historia interminable, aunque hace mucho que la leí y no la recuerdo demasiado bien. Igual me la vuelvo a leer dentro de un tiempo a ver si cambia mi perspectiva de la misma.

Ah, y Feliz año, aunque sea con retraso :P