Después del atracón del Doctor Who, y de recuperar sueño atrasado, ayer volví a retomar las series regulares, que ya se me están acumulando :D
Stargate Universe volvía del parón con el episodio 1x11 y tenía cierta curiosidad por ver como iban a resolver todo el asunto del doctor Rush, así que me puse a ver el episodio con cierta ilusión que se disipó rápidamente y terminó por hundirse en los abismos más o menos a mitad de la que puede ser la batalla espacial más patética de la historia. A esas alturas me pregunté por qué seguía viendo la serie.
Y es que no ha acabado de despegar en ningún momento. Los personajes me parecen planos y sin interés, van dando bandazos de un episodio a otro, como buscando la línea buena pero sin encontrarla nunca.
La batalla en cuestión no me pareció mala por los efectos, sino por el planteamiento de la misma, pero sobre todo porque me di cuenta que me daba exactamente igual si ganaban o perdían, o si los rehenes se salvaban o no... en fin, que no tengo ningún tipo de conexión con los personajes. Pero es que es complicado tenerla. El coronel Young tiene menos registros interpretativos que Milla Jovovich en Resident Evil. La reacción del teniente Scott cuando le dicen que su novia está en una de las naves a las que está disparando es penosa. Como si la cosa no fuera mucho con él, incluso cuando se va a por ella es como porque es lo que toca, pero que tampoco nos sulfuremos mucho.
He seguido Stargate desde sus principios, y probablemente seguiré viéndola aunque solo sea por inercia, pero mucho tiene que cambiar el tema para que deje parecerme más sosa que el pan sin sal.
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